Con el estreno mundial de la obra
“Música de Naciones y Pueblos” se clausura el 5TO FESTIVAL INTERNACIONAL DE
COROS VOCES EN LA MITAD DEL MUNDO, el pasado 28 de julio, en el escenario del
Teatro Bolívar de Quito. La letra le corresponde a Fernando Cazón y la música al
compositor ecuatoriano Eduardo Florencia.
Bajo la dirección del maestro invitado, Fernando Gil Estrada y el acompañamiento en el piano de Amanda Chávez, se presentan los siguientes Coros para clausurar el evento: Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Allegretto, de Niños de la Municipalidad de Guaymallén (Argentina), Voz Nova, Ensamble Luz de Luna, Amicitiae Vocis (Chile), de la Escuela Politécnica Nacional, Voces de Santander (Colombia), Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Escolanía San Salvador (España), D’yapa&son, y Académico de la Universidad Adam Mickiewicz (Polonia).
Este evento coral, presentado del
23 al 28 de julio, destaca el homenaje al maestro guayaquileño Enrique Gil
Calderón, quien en vida tuvo una amplia trayectoria musical y organizó el
Festival “El Canto Coral hermana a los pueblos”, que en este 2018 cumple 40
años, ahora, con la dirección de su hijo: Fernando Gil Estrada.
Juan Carlos Velasco, organizador
del festival, cuestiona que “ni siquiera tengamos el apoyo estatal, ni siquiera
tengamos una política que maneje al coro como la educación que debe tener un
niño, un joven, cuando se está formando para esta sociedad, de verdad que nos
parece bastante loco”. Sin embargo “son ustedes los que avalan este trabajo de
sus hijos, de sus amigos, de sus parientes, de ustedes mismos que son
cantantes, aquí en los coros”, añade.
Extiende su gratitud a los 24
coros nacionales y 5 coros internacionales participantes en este festival: “pasen
bien la velada y esos aplausos serán siempre los que nos llenan de alegría para
poder continuar, muchas gracias por haber venido”.
La velada artística empieza con sus
anfitriones, el Coro de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, bajo la
dirección del maestro Juan Carlos Velasco, principal promotor del festival, con
el popurrí “Hits de los años 80”, con arreglos del maestro argentino Joaquín
Martínez. Esta propuesta musical, escenificada, recibe la aclamación del
público.
El maestro Alejandro Roditti se
une a su grupo de cantantes del Coro Allegretto, para interpretar su arreglo
del tema “Secreto Amor”, del grupo boliviano Proyección. La canción, expresada
con diferentes matices vocales y percutivos, recibe la felicitación del
festival y del público.
Luego es el turno de Argentina, con el tango “El día que me quieras”, interpretado por el Coro de Niños de la Municipalidad de Guaymallén, donde interviene el recitado de una solista, con el acompañamiento del piano y el acordeón. Su director, el maestro Diego Vargas, obsequia, como muestra de gratitud, el libro “Tangos y falsas promesas”, a los organizadores del festival.
El Coro Voz Nova, con la conducción
de su director asistente Sebastián Salazar, escenifica su interpretación del
vals peruano “Amarraditos”, con letra de Margarita Durán y música de Pedro Belisario
Pérez. Sus integrantes, con trajes blancos, sombreros y pañuelos intercalan una
dinámica coreografía exaltada por los presentes.
La maestra Mónica Bravo expresa
su gratitud a los organizadores del evento coral y dirige el Ensamble Luz de
Luna, cuyas voces femeninas, ordenadas con vestido azul de gala, presentan el tema
“Como pájaros en el aire”, con arreglo de Liliana Cangiano.
El ensamble vocal masculino Amicitiae
Vocis (Chile), hace una grata dedicatoria al público asistente, con el arreglo
de su director Marcos Urrutia, al interpretar “El aguacate”, pasillo emblemático
ecuatoriano, de César Guerrero Tamayo.
Esta velada artística se caracteriza
por su variedad, como lo refleja el Coro de la Escuela Politécnica Nacional con
el tema “Theorema de Tales”, canción humorística de los famosos Les Luthiers,
con la dirección del maestro Ramiro Analuisa.
Miguel Ángel Gómez, director del
Coral Voces de Santander (Colombia), lidera el canto solista del tema africano “Shosholoza”.
Cuando todo parecía terminar y la gente aplaude, el grupo musical reactiva
sorpresivamente la canción.
La propuesta escénica del Coro
Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana es muy aclamada. Bajo la
dirección del maestro Fernando Mosquera, interpretan “The Rhythm of life” con vestimentas
de diversos colores y una novedosa coreografía.
La Escolanía San Salvador
(España), con la conducción de la maestra Elisa García Gutiérrez, interpreta música
popular, con el idioma natal asturiano, al intercalar el canto solista con el
coro, alusivo al momento en que se juntan los jóvenes para festejar,
acompañados de una bebida tradicional como es: la sidra.
Ahora, Salomé Cóndor, guía el grupo
de cantantes que conforman D’yapa&son, quienes interpretan un tema de
Serbia: “Ajde Jano”. Las voces se acompañan de una ligera coreografía de las
damas y de algunos instrumentos de percusión. Son muy elogiados.
Finalmente el Coro Académico de
la Universidad Adam Mickiewicz de Polonia, bajo la dirección de Beata Bielska
cierra la participación individual de los coros con el tema “Show must go on”
de Queen.
El maestro invitado, Fernando Gil
Estrada, organizador actual del Festival de Coros “El Canto Coral hermana a los
pueblos” indica:
“Todo el mundo dice: Esta ha sido
una semana fabulosa...Olvidando que estos encuentros corales,
no son de una semana, son de toda la vida. Son encuentros que se planifican,
con un año de antelación, y que cuando concluyen, sólo concluyen hasta el día
en que nosotros dejamos de respirar”.
Agradece al principal organizador
del festival, Juan Carlos Velasco, gente de su equipo, coros nacionales y extranjeros
participantes en Quito y varias ciudades del país, a sus directores, público en
general, y al maestro Eduardo Florencia, cuya obra estrenada en esta velada, la
aprecia como un “regalo”.
Finaliza con la siguiente anécdota:
“Corría el año 2008, fue el último año en el que mi padre estuvo presente.
Cuando la Universidad de Guayaquil lo honró con un Doctorado Honoris Causa, él narró
el siguiente cuento: Un zar ruso recorría por sus tierras a caballo y veía al campesinado. Él se iba a una guerra que sabía, iba a perder, y no regresaría. Entonces, fue
a despedirse de sus tierras, y viendo a un campesino que estaba arando, le
pregunta -¿Tú qué harías si supieras que te vas a morir mañana?- a lo que el
campesino contestó - Seguir arando-”.
“Y eso es lo que estamos
haciendo, seguimos arando el camino de la música coral”
1 comentario:
Gracias por la reseña, un abrazo a los redactores.
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