Cortesía de Prensa PresidencialEl presidente Rafael Correa entregó en Guayaquil, el galardón “Eugenio Espejo”, la máxima presea nacional de la Cultura, al director de coros Enrique Gil Calderón.
El primer mandatario llegó hasta la casa de Gil Calderón, en la ciudadela Los Esteros, para darle la distición “a lo largo de su trayectoria creativa, donde esgrimió el canto como arma de lucha” indicó.
“Gracias a su iniciativa se han realizado 29 ediciones del Festival Internacional de Coros de la ciudad de Guayaquil, ha creado y dirigido una gran cantidad de coros que siempre han merecido el aplauso del público y de la crítica especializada de prensa de radio y televisión” añadió Correa.
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El premio Eugenio Espejo se entrega cada año a los destacados personajes de las artes, las letras y las ciencias.
Enrique Gil Calderón renunció a la medalla en 1995, en el gobierno de Sixto Durán Ballén. Hoy, el presidente Correa retoma la historia para realzar no sólo sus méritos, sino también los de su padre “Enrique Gil Gilbert, padre de Enrique Gil Calderón, cuya inmensa valía venimos hoy a reconocer con el Premio Eugenio Espejo”.
El mentalizador del Festival Internacional de Coros, que por tres décadas organiza con el Coro de la Universidad de Guayaquil, dice que es el resultado de una afortunada fusión: “He tenido la suerte de ser hijo de uno de los más grandes exponentes, del arte, de la literatura y sobre todo de la revolución ecuatoriana”.
Finalmente el galardonado expresó sus deseos: “cantemos con todo el mundo, cantemos a la alegría, cantemos a la revolución, cantemos en todas las formas”.
Fuente: Ecuavisa, Prensa Presidencial
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